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¿Qué factores afectan a la calidad de nuestro cabello y cuero cabelludo?

  • Foto del escritor: Anita Fernández
    Anita Fernández
  • 6 nov 2023
  • 4 Min. de lectura

Existen muchos factores que impactan de una forma negativa en la salud y belleza de nuestro cabello, y sin duda una alimentación inadecuada o desequilibrada es uno de ellos. Nuestros folículos pilosos (las “cunas” donde nacen nuestros cabellos) necesitan nutrientes de forma continua ya que requieren un recambio celular constante. Una alimentación mediterránea natural, rica en proteínas, frutas, verduras y semillas es sin duda necesaria, sin embargo nuestro estilo de vida cada vez más rápido y demandante: estrés, sobrecarga laboral, deporte extenuante, contaminación, … hace que en muchas ocasiones sea necesario un aporte extra.


Hoy nos centraremos en los principales nutrientes que nos pueden ayudar a lucir una melena fuerte, sana y bonita:


Aminoácidos azufrados: La fibra capilar está formada casi exclusivamente por la proteína queratina y esta a su vez se compone de aminoácidos. Para que esta fibra sea resistente y mantenga una estructura adecuada, requiere de enlaces disulfuro entre sus aminoácidos por lo que es necesario un correcto aporte de aminoácidos azufrados. El más importante es la cisteína, pero también es interesante la metionina, ya que a partir de él nuestro organismo es capaz de sintetizar cisteína.


Hierro: El hierro transporta oxígeno en la sangre y es necesario para una correcta división celular. Una falta de hierro, que es la deficiencia nutricional más frecuente que existe, puede ser la causa de la interrupción del ciclo capilar, haciendo que el folículo pase a fase de caída y quede desocupado hasta que se vuelvan a adquirir unos niveles óptimos de hierro en el organismo. Este mineral es especialmente importante en las mujeres en edad fértil, ya que durante las menstruaciones hay una mayor perdida. Si se suplementa deberá ir acompañado de vitamina C ya que juega un papel esencial en la absorción intestinal del hierro.


Zinc: El zinc además de ser un estupendo antioxidante, es un cofactor implicado en el metabolismo y renovación celular, así como en la síntesis de queratina. Además, ayuda a equilibrar la producción sebácea en el cuero cabelludo.


Vitamina grupo B: Las vitaminas del grupo B están implicadas en el correcto funcionamiento del sistema nervioso, de las enzimas que intervienen en la división celular y en el transporte de oxígeno en la sangre. Algunas de las más importantes son la vitamina B6, la B2 o riboflavina, el ácido fólico, la biotina y la vitamina B12.


Vitamina D: La vitamina D tiene propiedades anti-inflamatorias e inmunomoduladoras, regula la proliferación y diferenciación de los queratinocitos (las células que producen la queratina) y está implicada en la regulación de los ciclos capilares.


Magnesio: El magnesio está implicado en más de 300 reacciones metabólicas en nuestro organismo. En cuanto a la salud capilar, activa las enzimas indispensables para la síntesis proteica y favorece el riego sanguíneo.


Además de los nutrientes que acabamos de citar, es interesante hablar de otros ingredientes que nos vamos a encontrar en los nutricosméticos capilares, y que en este caso, están destinados a frenar o reducir los impactos negativos a los que estamos expuestos.


Antioxidantes: Los radicales libres son moléculas altamente inestables que producen una alteración de proteínas, ácidos nucleicos y lípidos, deteriorando la función de las células. Esta situación genera un estrés oxidativo que en el pelo se manifiesta con una alteración en su ciclo de crecimiento, provocando en muchos casos su caída, así como un envejecimiento acelerado con la aparición de canas de manera prematura. Para frenar y evitar el estrés oxidativo podemos utilizar diversos antioxidantes como la vitamina C, vitamina E, cúrcuma, selenio, superóxido dismutasa, resveratrol, astaxantina, melatonina…

Adaptógenos: El estrés está relacionado con tres tipos de alopecia: el efluvio telógeno, la alopecia areata y la tricotilomanía (tendencia a arrancarse el cabello de distintas zonas del cuerpo), aunque puede ser un factor agravante en todos los casos. Los niveles altos de estrés mantenidos en el tiempo generan un entorno pro-inflamatorio que puede interrumpir el ciclo de crecimiento del cabello. Para ayudar a controlarlo es vital un cambio en los hábitos de vida: descanso reparador, ejercicio físico moderado, actividades relajantes,… además vía oral lo acompañaremos de activos vegetales llamados adaptógenos como la rodiola, el ashwagandha, la schizandra, la bacopa,…


Inhibidores de la 5 alfa reductasa: Uno de los principales factores implicados en el acortamiento del ciclo de crecimiento del cabello y en la miniaturización del folículo pilosebáceo es la hormona dihidrotestosterona. Para que esta hormona pueda unirse a los receptores que tiene en los folículos para ejercer su acción, la testosterona tiene que convertirse en DHT gracias a una enzima llamada la 5 alfa reductasa. Si incorporamos ingredientes capaces de inhibir parcialmente esta enzima, lograremos frenar el acortamiento de los ciclos y mantener el cabello en crecimiento durante un tiempo más largo. En los nutricosméticos podemos encontrar algunos inhibidores suaves como la semilla de calabaza (cucurbita pepo), serenoa repens (saw palmetto), extracto de sabal, prunus africana,… En casos de sospecha de alopecia androgenética o si la caída exagerada supera los 3 meses de duración será necesario derivar al médico para valorar la necesidad de un tratamiento medicamentoso.


El cuidado global y multifactorial es necesario para lograr los mejores resultados, por eso a la hora de cuidar nuestro cabello tendremos que tener en cuenta nuestros hábitos de vida y los cuidados IN & OUT.


¿Tienes dudas? ¡Te leemos!

 
 
 

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